Nos
encontramos con un caso de victimización de tipo activo.
El colegio en el cual se está produciendo está situado en el centro del
municipio de Móstoles, es un colegio pequeño de unos 300 alumnos
aproximadamente. De éstos, un porcentaje bastante elevado es inmigrante (más de
un 40%), además a lo largo del curso escolar llegan muchos alumnos por
traslados. La situación socioeconómica de muchas familias es complicada. Esto hace
que la realidad de las aulas sea, en ocasiones, complicada.
La
víctima de este caso asegura que no tiene ningún amigo o amiga en clase y que
sufre agresiones, tanto físicas como psicológicas. Sin embargo, según las
respuestas de los testigos, se aprecia que según su visión, la alumna padece
más de rechazo que de agresiones físicas o psicológicas.
Observando
el informe se puede ver que la alumna siempre se defiende ante los posibles
ataques y que discute y tiene conflictos con los compañeros muy a menudo.
Además de que la describen como una persona que no es ni tímida ni tranquila.
Para poder
abordar de forma correcta y con coherencia esta situación nos basamos en el
Plan de Convivencia del centro, el cual establece las siguientes actuaciones:
1.
Buscar/planificar actividades motivadoras, pensadas por necesidad de las
personas a quienes afectará y no del resto del alumnado, integradoras
(reviertan hacia una “normalización”) y socialmente valoradas. No servirían los
“talleres” usados para apartar a alumnos (más que alumnas) conflictivos, por
ejemplo.
2. Valorar
(desde elogiar a evaluar en las notas) aspectos diferenciados del alumnado que
den cabida a perfiles diferentes (alumnado muy capaz en actividades prácticas,
teóricas, etc)
3. Desarrollar
una actividad tutorial planificada que incluya todos estos aspectos.
4. Integrar a
las familias en los debates “cotidianos”, las actividades del aula o centro,
etc., de manera que plasmen su forma de hacer y actuar.
5. Tratar de
compensar a las familias más “alejadas” del sistema escolar con actividades y
formas de actuar específicas (reuniones, actividades, etc).
Atendiendo a lo
anterior se procederá a trabajar desde tres ámbitos (todos recogidos en el RRI)
En
primer lugar habría que mantener una entrevista con la alumna, para conocer y
comprender cómo y cuándo ella se está sintiendo atacada y para saber cuáles son
los hechos que para ella están siendo negativos. Siempre se hará desde el
cariño, dejando muy claro que la ofrecemos apoyo y comprensión, que no se la está
juzgando y que se la va a ayudar a buscar una solución duradera a su problema. También
será importante conocer con cuales de los compañeros/as tiene más afinidad,
para poder contar con ellos, en un momento dado como ayuda a la agredida. Como
en el informe da a entender que la alumna es muy nerviosa se hablará con ella
de las situaciones que la provoquen y que la hagan perder el control, para
poder prevenirlas en el futuro. Además se procurará darle pautas para que pueda
mantener la calma en la medida de lo posible.
La
familia jugará también parte importante de este proceso y también se mantendrán
entrevistas con ellos para que faciliten información y para que trabajen desde
casa en la misma dirección que el centro.
A la
vez que se esté trabajando con la alumna y su familia, se estará trabajando con
el grupo entero, realizando dinámicas para mejorar las dinámicas de grupo y
para analizar cualquier disfunción que esté habiendo.
A los
alumnos que están agrediendo a la alumna, tanto física como psicológicamente se
les informará tanto a ellos como a sus familias sobre la gravedad de sus actos
y las sanciones que podrían tener, recogidas todas ellas, en el Plan de
Convivencia del centro.
Por
supuesto, se evaluará en todo momento si la situación está mejorando o
empeorando, si las prácticas están surtiendo efecto o si deben ser modificadas.
Por
otro lado, en el aula, aparte de dinámicas y actividades específicas como tal,
se pondrá en práctica una metodología que a lo largo de estos recientes años está demostrando su valía y su potencial para prevenir y/o mejorar la convivencia y
el desarrollo de las relaciones en el aula.
· APRENDIZAJE
BASADO EN PROYECTOS (ABP).
El aprendizaje basado en proyectos es una
metodología activa que en los últimos años está cobrando mucha importancia en
numerosos centros educativos. En el APB los alumnos son los protagonistas de su
aprendizaje, puesto que se basa en sus intereses y en sus conocimientos
previos, sobre los cuales se construirán los conocimientos previos. Cada proyecto
se inicia con una pregunta, que guiará todo el proceso, puesto que es una
pregunta que ha de tener una respuesta. Cada proyecto es único y personal de
los alumnos, puesto que son ellos mismos los que eligen el camino que quieren
seguir para llegar a la respuesta.
El profesor actúa como mediador y guía en
todo el proceso, dotando a los alumnos con las herramientas necesarias,
favoreciendo el diálogo y mediando en el caso de que surja un conflicto.
Tras este esbozo muy general del ABP, voy
a enumerar debajo los factores que me hacen pensar que es una metodología óptima
para llevar a cabo en el aula y mejorar la convivencia:
- Se realiza en pequeños grupos cooperativos: es decir, se usa también el Aprendizaje Cooperativo (AC). En el AC los alumnos se encuentran sentados y trabajando en pequeños grupos heterogéneos, elegidos por el profesor cuidadosamente. En el caso que me ocupa, la alumna, se sentará con los alumnos que ella ha mencionado como “positivos” para ella, y estará alejada de los alumnos con los cuales tiene el conflicto; además, estará sentada en el grupo con un alumno prosocial.
- Cada alumno tiene un rol determinado que debe cumplir con unas funciones muy concretas, para que la experiencia y el grupo funcionen, cada miembro debe responsabilizarse y desempeñar su rol. Esto hace que los alumnos adquieran responsabilidad y comprendan que cuando se convive y se trabaja en grupo surgen conflictos, dudas y se deben arreglar poniendo en práctica diversas estrategias. Está demostrado que los alumnos que trabajan en AC mejoran sus relaciones y su capacidad de resolución de conflictos.En este tipo de metodología se realizan estrategias muy diversas en las cuales es necesario que todos los miembros participen por igual, puesto que sí no lo hacen no se pueden terminar. Esto genera una dependencia positiva entre los alumnos.
- Desarrolla la autonomía.
- Fomenta la autocrítica. El ABP ayuda a los alumnos a recapacitar sobre su comportamiento con los compañeros y con su propio rendimiento. Así, los alumnos reflexionan sobre los aspectos a mejorar o sobre sus fortalezas.
- Refuerza sus capacidades sociales puesto que deben pactar, llegar a acuerdos, repartir tareas, buscar puntos de encuentro… para los alumnos pequeños esto puede llegar a ser complicado y el ABP les ayuda a desarrollar las habilidades para hacer todo lo anterior.
- Trabaja las inteligencias múltiples, ningún alumno es menos válido, puesto que en el ABP cabe todo y se enfoca desde todas las áreas y desarrolla todas las inteligencias. Así el alumno más lógico-matemático, aportará unas cosas y el creativo, aportará otras.
- Atiende a la diversidad. Ningún alumno se queda excluido, todos participan en la creación del proyecto.
- Se va a sentir útil, puesto que tendrá que desempeñar un rol y participar de lo que se esté haciendo.
- Va a sentir que está integrada dentro de un grupo de trabajo con el cual va a pasar mucho rato.
- El tiempo que va a pasar con iguales es mucho mayor, puesto que en clase están sentados siempre juntos.
- Como no hay excesivas “clases magistrales” se la permitirá moverse por el aula, no estar sentada escuchando, si no dialogando y participando en un intercambio de ideas.
- Cuando surja un conflicto será con compañeros con los que está acostumbrada a estar y podrá desarrollar con ellos estrategias para calmarse y solucionar el problema de manera tranquila y positiva.
Considero
que con esta metodología el ambiente de la clase será positivo, y los alumnos
se sentirán más seguros, es más complicado que con esta metodología algún alumno
se sienta “inútil”, por lo tanto, la autoestima mejora, siendo más complicado que
unos se aíslen o sean atacados por ser “débiles”, es más, los alumnos que fuera
de esta metodología son considerados “raros” pueden llegar a ser más valorados
por capacidades útiles a la hora de llevar a cabo un proyecto. Y por encima de
lo demás, los alumnos aprenden a trabajar juntos, respetándose y tolerando las
diferencias que existen entre ellos.
Con
esto no quiero decir que no pueda pasar un caso de acoso, que por supuesto que
se puede dar, solo digo que es más difícil.